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¿Alguna vez has necesitado un lugar seguro en el que poder descansar hasta de ti misma, de ti mismo?
De ser así, esto podría interesarte.
Nos pasamos la vida buscando una vía de escape, del trabajo, de la familia, del ritmo cada vez más acelerado, de los pensamientos, y de mil cosas más.
Y no nos damos cuenta…
No somos conscientes de cuántas veces realizamos acciones sólo para apagar un instante la mente, la vida.
Como si pudiéramos poner en pausa el tiempo, incluso nosotras mismas, nosotros mismos, y así poder descansar…por fin.
Acumulamos tensiones físicas, mentales y emocionales por, como nos explica también Daniel Lumera, sostener y defender un personaje que hemos creado, unos deseos que nos han contado que necesitamos y unas relaciones que, como base, poca veces tienen el Amor con la “A” mayúscula, la “A” de Autenticidad.
Y no nos damos cuenta…
La vida se nos escapa de las manos.
Por no sentir “lo malo”, tampoco conseguimos ya sentir con plenitud “lo bueno”, porque creemos que la intensidad tiene un precio demasiado alto que pagar: ser conscientes.
La gran clave que todo lo cambia.
También he necesitado, y necesito, un espacio que pueda sentir infranqueable, íntimo, integrado en las entrañas del mundo pero, a la vez, lejano de su ruido.
Esto es lo que empezó a representar para mí la meditación, un lugar al que acceder siempre que lo necesitara, como un abrazo de bienvenida después de un largo viaje…
Un hogar que había olvidado, pero que ha estado ahí esperando, paciente, sabiendo que, antes o después, mi vuelta era inevitable…
Porque no podemos huir de nuestra verdadera naturaleza, no importa lo lejos que nos vayamos o lo mucho que creemos habernos perdidos, escondidos.
Al final la vida siempre te encuentra y te devuelve a donde perteneces…
En ti , en la seguridad de tu consciencia.
Y cuanto más meditas, cuanto más te haces íntima de ti misma, de ti mismo, más se abre la puerta hacia la vida.
Vuelves al mundo, y aunque en apariencia no pareces haber cambiado, tu sabes que no eres la misma, el mismo.
Comienzas a sentir y ver los acontecimientos desde otro prisma, desde el centro de tu responsabilidad, consciente que la vida tiene su propia inteligencia, que va más allá de los deseos de una individualidad…
La confianza hacia el mundo que te rodea brota espontánea, como una flor humilde y sin embargo con raíces profundisimas, imposible de erradicar,
la belleza empieza a ser la protagonista de tu mirada.
Y sí, van a seguir habiendo días malos, y sí, esto es un proceso largo una vida…
Pero la vida cambia cuando decides sentir y atravesar cada emoción, cada acontecimiento, sabiendo que por una mano te guía la vida y por la otra te acompañas toda tú, íntegra y decidida a vivir esta experiencia en su máximo potencial.
No sé hasta qué punto estarás dispuesta, dispuesto, a cambiar tus días a través de la meditación…
Pero si se que yo voy a seguir profundizando en mi, en sus beneficios y todo lo que aún tengo por descubrir.
💜¿Nos vemos allí?💜
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Gracias 🙏
Gracias, Yanua.
Nos veremos porque también quiero seguir profundizando en a meditación.
No solo se ha convertido en un refugio, en un lugar seguro frente a la inseguridad que siento cuando salgo.
La meditación es un pozo de sorpresas y regalos: allí encuentro un YO desconocido y muchos OTROS más allá de su mero cuerpo, de sus actos. Meditando descubro parte de su verdadero ser, más allá de lo que percibo con los entidos. Y allí también me encuento con seres queridos que ya han dejado sus cuerpos, pero ahora sé que su espíritu sigue allí, tan cerca.
Gracias a Daniel que me ha marcado el camino y a todos vosotros que colaboráis con ´él.
Muchas gracias Mercedes por compartir tu experiencia y tu sentir. ¡Desenado vernos el 14 para la Masterclass! Un abrazo grande
Gracias Yanua,
me ha parecido muy interesante el artículo y me gustaría seguir profundizando en el interesante tema de la meditación. Eres una gran comunicadora, gracias de corazón.
Muchas gracias Concha por tus palabras y por tu presencia. Espero encontrarte en la Masterclass del 14 de abril o en otras ocasiones. Un abrazo sincero