Talento meditativo
El talento meditativo, probablemente el más conocido y el más incomprendido, conduce a la interiorización, la presencia, la contemplación, la experiencia de una paz profunda, el silencio interior y los estados superiores de consciencia.
Talento devocional
Cada uno de nosotros conoce seguramente a muchos devotos de sus hijos, de un trabajo, de un deporte, de un ideal o de un pueblo. Cuando este flujo de amor se vuelve hacia el infinito, las características y experiencias que se desarrollan son increíblemente profundas.
Talento trascendental
Este talento nos permite comprender la no identificación, el no apego y las experiencias de consciencia impersonal. Comprender que cada uno de nosotros es una consciencia sin límites ni forma, capaz de crear libremente su propia realidad y estado perceptivo, es sin duda una de las experiencias más extraordinarias y valiosas.
Talento gnóstico
Este talento apunta directamente a la identidad esencial más allá de cualquier identificación transitoria. Su enfoque apunta directamente a romper todas las dinámicas mentales y llega rápidamente al corazón de la experiencia de la consciencia pura de ser, sin límites ni formas.